Skip to main content

Siempre escuchamos que cambiar es positivo para nuestra vida, que los cambios atraen cosas buenas y que lo peor que podemos hacer es quedarnos estancados. Sin embargo, tomar la decisión de hacer esos cambios es compleja y es normal que te cause algún temor.

Lo que nos demuestra que las decisiones que tomamos fueron positivas son los hechos. Estas son 4 señales de que las decisiones que tomaste están surtiendo el efecto que deseabas.

Vas alcanzando metas: Cuando decides hacer un cambio te colocas metas que quieres ir cumpliendo. Este es un paso clave, porque si simplemente cambias pero no fijas una ruta para esos cambios no tendrás forma de medir tus avances.

Te sientes a gusto contigo misma: Tras el temor inicial por los cambios que decidiste hacer, empiezas a tener una importante recompensa emocional al darte cuenta que eres emocionalmente fuerte para aceptar y asumir los desafíos de la vida.

Tienes una agradable sensación de reto: Para los humanos la motivación es muy importante. Cuando tomas la decisión de hacer un gran cambio en tu vida el mismo te motivará a hacer todo lo posible para no fallar en este emprendimiento. Ese reto que te genera es el combustible para no desfallecer.

Vas dejando atrás los aspectos tóxicos de tu vida: Cambiar significa, en un aspecto más amplio, desprenderse. Dejar atrás y liberarte de los aspectos tóxicos y negativos de tu vida será algo que harás naturalmente y que te ayudará a ir más liviana por el camino.

Los cambios generan ansiedad e incluso miedo, pero una vez superado ese temor inicial, hacer un cambio profundo en tu vida, no solo te muestra un nuevo camino en cuanto a aspectos externos sino también en cuanto a ti internamente.

[mailchimp_form]

Foto: Archivo 123Rf.com