Emociones tóxicas


Alberto
Autor, Conferencista e Influencer en Redes SocialesPersonalidad de Medios, Autor, Conferencista e Influencer en Redes Sociales. Sus seguidores en las redes sociales superan la impresionante cifra de 2,6 millones, lo cual lo posiciona como el locutor de radio en español número uno en seguidores en todo Estados Unidos.
Tomado de: vivirparavivir.blogspot.com
Cualquier emoción que reprimamos o guardemos —sea positiva o negativa— es susceptible de convertirse en tóxica. Esa emoción se puede llamar miedo, ansiedad, enojo, envidia, malhumor, etc. Cuando vivimos la emoción tóxica, de alguna forma nuestro cerebro la reconduce y al final va a parar a algún órgano del cuerpo, enfermándonos. Hay personas que les cuesta expresar, por ejemplo, el enojo. Creen que estar enfadado es malo y que no es correcto mostrarse asÃ, por lo que reprimen esa emoción, la guardan, se la tragan o la disimulan y, sin querer, esa emoción no expresada la envÃan a una parte de su cuerpo y pudiendo tener un problema de salud, como un infarto. Otras personas tienen miedo a tener miedo; entonces evitan situaciones que les generen ansiedad, como por ejemplo hablar en público o estar con otras personas, convirtiendo esa emoción en tóxica. Otros individuos guardan las emociones por tener una autoestima baja y creen que no tienen derecho a expresar lo que desean o sienten, por lo que anulan las emociones, canalizando erróneamente los sentimientos y llevándoles a un estado fÃsico y psÃquico enfermizo.
Hay multiplicidad de causas, pero todas ellas tienen algo en común: cada vez que guardamos una emoción o la reprimimos, esa emoción puede acabar siendo tóxica. Nos afecta produciendo enfermedades psicosomáticas, infartos, enfermedades gastrointestinales, etc. Por lo general, todas las emociones tienen una plataforma emocional: el estrés. Cuando una persona tiene una sobrecarga, llámese una deuda económica, un problema en el hogar, con los hijos o con el trabajo, toda esa sobrecarga al final produce una enfermedad, ya sea con más o menos incidencia o más o menos gravedad. Por esto es importante identificar lo que sentimos y ponerlo en palabras para liberar cualquier sobrecarga emocional. Las emociones no son ni buenas ni malas, simplemente son energÃa, y la energÃa es una fuerza que hay que gastarla o liberarla.
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